Hechos extraños de la Tierra que nos dejan un poco intranquilos

Los humanos aún no han descubierto un planeta que se compare con el hermoso mármol azul que llamamos hogar. Sin embargo, los acogedores edificios y las conexiones WIFI nos han mantenido desconectados de la naturaleza, lo que hace que sea fácil olvidar lo extraño que es realmente nuestro mundo. Tómate un momento para ponerte en contacto con el terrícola que llevas dentro y cambia la forma en la que ves su hogar, al considerar estos hechos que alteran el mundo sobre nuestro planeta de 4.540 millones de años.

Viajando por el espacio a 67.000 MPH

Cuando imaginamos la Tierra orbitando alrededor del sol, pensamos en el modelo que vimos en la escuela: una estrella estacionaria con varios planetas orbitando alrededor en círculos ordenados. Pero olvidamos que el sol también se mueve. De hecho, nuestro sistema solar es como una colección de asteroides que se disparan a través del espacio a la friolera de 67.000 millas por hora.

Girando a 1.000 MPH

A medida que la Tierra gira alrededor del sol, también gira sobre su eje a 1.000 millas por hora. ¡Eso es aproximadamente el doble de la velocidad de un avión comercial! Si dejáramos de girar, terremotos y tsunamis sacudirían el planeta, el sol quemaría la Tierra por un lado, mientras que por el otro se congelaría. Incluso si logramos comenzar a girar nuevamente, la atmósfera continuaría girando. ¿Estás mareado?

¡La Tierra NO es un Círculo!

Lo siento, pero tampoco es plana. La Tierra está en realidad más cerca de una esfera, si esa esfera se aplana y se estira en el ecuador. ¿Por qué el bulto en el medio, entonces? Proviene de la gravedad producida por la rotación del planeta alrededor del sol. La forma de la Tierra se conoce como "esferoide achatado".

Básicamente un imán gigante

Los polos norte y sur de la Tierra se alinean con el campo magnético del planeta, que llega a miles de kilómetros en el espacio. Se cree que esta "magnetosfera" existe debido al núcleo exterior fundido de la Tierra, que produce suficiente electricidad para magnetizar los vientos solares hacia la superficie de la Tierra. Estos vientos nos protegen de la radiación solar. Sin esto, científicos creen que nos pareceríamos a Marte.